MATERIA PRIMA

Las características que confieren a las gemas su atracción son fundamentalmente tres: la belleza (subjetiva y relacionada a aspectos culturales y de moda), sus propiedades ópticas (color, brillo y transparencia) y su durabilidad, que tiene que ver principalmente con su dureza.

Piedras Blandas

Es el nombre comúnmente utilizado para denominar a materiales que no son gemas de origen mineral, pero que, con un adecuado proceso de pulido dan como resultado piezas de características estéticas con cabida en la joyería, como pueden ser el nácar o el abalón, ambos rescatados a partir de las conchas de moluscos.

Abalone: molusco univalvo y herbívoro, cultivado en la actualidad en México, Australia, Sudáfrica y Chile, entre otros países. Su concha es muy apreciada por sus tonos plateados, azules y verdosos y su superficie brillosa.

Nácar: son consideradas como gemas orgánicas, es una sustancia que se produce en el interior de las conchas de los moluscos. El nácar está compuesto básicamente por cristales de aragonita. De brillo nacarado en colores que van desde el blanco, al blanco plateado, crema y amarillo.

Spondylus:: es un molusco que se reproduce en aguas cálidas, se encuentra al sur de Tumbes y Piura. Sus colores varían entre el rojo, naranja y morado.

Piedras preciosas y semipreciosas

Para poder distinguir entre piedras preciosas y piedras semipreciosas se utilizan tres factores:

1) La escala de dureza de las mismas.

2) La rareza, escasez o dificultad para encontrarlas en la naturaleza.

3) La belleza y perfección.

Cuando hablamos de la belleza y perfección de una piedra, ya sea preciosa o semipreciosa, nos referimos a su color, brillo, transparencia y pureza. Sobre la base de estas premisas, las cuatro únicas piedras o gemas consideradas preciosas son el diamante, el rubí, la esmeralda y el zafiro azul. Las piedras semipreciosas tienen un valor muy dispar entre ellas y es mucho más fácil conseguirlas de gran tamaño y pureza. La oscilación de su valor dependerá de las mismas condiciones que influyen en el de las piedras preciosas: dureza, rareza, belleza y perfección (pureza, color, brillo y transparencia). Existen aproximadamente unas 130 especies minerales catalogadas como semipreciosas, además del ámbar, que es una resina vegetal fosilizada.

Crisocola: La crisocola peruana se encuentra mayormente en el desierto costero en el sur del Perú. Siendo un mineral de origen secundario se forma en la parte superior de los yacimientos de cobre, la denominada zona de oxidación. Esta característica hace que desde la antigüedad hasta el día de hoy sus manchas verdosas en la superficie del desierto peruano son utilizadas por los mineros artesanales como indicador de yacimientos de cobre. Y es por esto también que hasta el día de hoy la extracción de la crisocola se hace por parte de la minería artesanal. La crisocola es reconocida por su insuperable brillo vítreo y su hermoso azul turquesa. Sin embargo encontrar la crisocola en masas de mineral grandes y puras es casi imposible. Más bien las así llamadas vetas de “crisocola” consisten en verdad de una mezcla amorfa de la crisocola misma (azul turquesa), de malaquita (verde), tenorita (negro plomizo), limonita (amarillo anaranjada) y cuprita (marrón rojizo). En minas de altura la crisocola se mezcla con azurita (azul marino).

Sodalita: es una piedra semipreciosa utilizada en el antiguo Perú, aproximadamente hace más de 3000 años y se encuentra principalmente en los Andes peruanos en Arequipa. Es de color azul con vetas blancas.

Onix negro:: esta gema está compuesta por silicato anhidro con una dureza de siete en la escala Mosh. Se cree que la palabra ónix viene del término griego onychion. La piedra de ónix es de color negro profundo.

Turquesa: es un mineral de color azul verdoso que ha sido muy apreciado como piedra semipreciosa durante miles de años debido a su color inigualable.